Hace unos días, un simple beso, produjo una gran atención por parte de los medios de comunicación. A ninguno le pasó inadvertido, el beso totalmente espontáneo como fugaz, que la Reina Doña Sofía, le daba al Rey en la mejilla.
En pocos días, nos han contextualizado "el Gesto"; y es que la Reina se acababa de enterar de los muchos dolores que estaba padeciendo su marido en ése momento y de la próxima y enésima operación a la que se va a enfrentar. Supongo que de pronto, algo instintivo y emocional se removió dentro de ella y lo expresó de una forma, en su mundo, tan protocolario y formal, inesperada.
Y es que así son los "Gestos", surgen de nuestra raíz como Personas, de las íntimas emociones y vivencias que nos hacen conectar con el sentir de los que nos rodean. No nos cuestan nada, son absolutamente generosos, espontáneos, fugaces y no piden a cambio, tan sólo ésa conexión sentimental del momento.
Lo mejor de todo, es que cada día, ocurren millones a nuestro alrededor, y seguro que una cantidad indeterminada de ellos, incluso, son para nosotros, aunque por la urgencia y la carga cotidiana no seamos capaz de apreciarlos.
Y una de dos, uno puede pararse a mirar y esperar que le lleguen, lo cual, va a tener un efecto beneficioso en la Autoestima, porque llegar, llegan seguro. Pero, ¿y qué pasaría si nos esforzáramos en darlos? podemos pensar que perderían parte de su encanto, que ya no serían tan espontáneos, pues sí, seguramente.
Pero yo prefiero tener un Gesto cada día, voluntario, fugaz, generoso, aunque pierda en espontáneo, que haga vibrar a una de las muchas Personas de mi entorno (que seguro Aprecio, Respeto, Quiero) y que a mi de forma tan natural, básica y sencilla, me remueva por dentro...como a una Reina.
Y Tú, ¿vas a Dar o a Esperar "Gestos"?